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miércoles, 15 de diciembre de 2010

LA RUEDA DE LA VIDA

Toca levantarse y otra vez volver a lo mismo. De nuevo la habitual sucesión de caras y tareas nos atrapa en un bucle de monotonía. Todo tan familiar y previsible, tantas vueltas para encontrarnos en el mismo lugar del círculo y volver ineludiblemente, una y otra vez, al mismo punto en el que ya hemos estado antes.
La certeza de este hecho paraliza las inquietudes de muchos, tentados a abandonar el carrusel y convertirse en meros espectadores de los acontecimientos, pues emprender un nuevo viaje en este particular tiovivo en el que sólo cambia, de tarde en tarde, alguna de las piezas del atrezzo, produce nauseas y mareos. El abandono y la apatía anestesiarán las aspiraciones de la mayoría pero algunos esforzados visionarios hallarán coraje para continuar.
Y entonces, de nuevo en la rueda, al mirar por encima de la cabeza de su caballito de cartón verán el paisaje desde una nueva perspectiva, han ganado altura y todo comienza a tener un nuevo sentido, cada vuelta les agota, les va reduciendo la proporción de oxígeno, pero les eleva de tal forma que lo mismo les parece diferente y comprenden que el camino circular no es tan plano como imaginaban, cada giro supone un imperceptible ascenso en la empinada y exigente montaña de la sabiduría, de modo que la excitación de ir saciando su avidez de conocimiento les compensa de la incomprensión generalizada y la sospecha de no recibir recompensa alguna una vez alcanzada la cumbre, quizá solo tirarse por el precipicio.
Tras meses sin comunicarme mediante este medio, de nuevo vuelvo a escribir. Muchas cosas me resultan familiares pero algo ha cambiado, ahora viajo con menos equipaje, y aunque cada paso resulta asfixiante y agotador, una voraz curiosidad me impulsa seguir girando irremediablemente en esta misteriosa rueda de la vida.

3 comentarios:

frontier man dijo...

buen artículo, como siempre, además me siento en gran parte reflejado, aunque para mi el tio-vivo sigue girando, pero sin nada nuevo que mostrarme.
Un saludo desde Iruña

ayalgueru dijo...

Estoy muy confuso, re-leo el articulo y me parece que me falta informacion de fondo para interpretarlo correctamente ,,, que estas harto de ver a los mismos tontos montados en los mismos caballos con musica ratonera de fondo ,, normal claro :) es que el tio vivo con esa repetitiva movimiento circular acaba mareando ,,, a lo mejor te venia bien bajarte un momentin del tio vivo pasear que te de el aire ,, antes de volver a montarte recargado de energias no ?

Otro saludo

Jesus dijo...

Puede que tengas razón. Veo que has entendido bastante bien contenido del post. Uno tiende a pensar que si uno cambia personalmente todo cambia con uno aunque el entorno sea el mismo, pero esta interpretación es bastante conformista y no se si será la más idónea. Desde luego que un cambio de aires suele sentar francamente bien. En fin, cuando vuelvas por Gijón espero que discutamos este y otros temas, con una buena copa de vino delante.