Vistas de página en total

martes, 1 de noviembre de 2005

SENTOSA, AL SUR DEL CONTINENTE ASIÁTICO.

Sentosa, una pequeña islita muy cerca de Singapur, es el principal punto de esparcimiento de los singapurienses. La opción más bonita para llegar a la isla es el teleférico, por unos 10 dolares de singapur (unos 5 euros al cambio) se puede disfrutar de magníficas vistas. El teleférico se toma en la torre 2 de Harbour Front y hace una parada intermedia en el Monte Faber.
A finales del siglo XIX los británicos hicieron de Sentosa una fortaleza defensiva. Fue en 1967 cuando la isla fue devuelta al gobierno y se convirtió en un destino vacacional. Tanto se ha desarrollado que si algo peca, aun habiendo tratado de conectarlo con la naturaleza, es de excesiva artificialidad. Todo el conjunto de la isla parece hoy en día un auténtico parque de atracciones perfectamente diseñado. Para ir de cualquier punto de la isla a otro se puede utilizar un tranvía que recorre la costa y es gratuito.
La isla cuenta con tres pequeñas playas donde poder darse un cálido baño: Siloso, Palawan y Tanjong. Estas playas suman un total de 3,2 kilómetros de costa. Cada una de ellas cuenta con distintas características. Siloso es la más joven y animada. Palawan cuenta con bares y tiendas de recuerdos. Tanjong es la más tranquila.
Las playas no tienen apenas oleaje ya que son en gran medida artificiales y están protegidas del oceano por diques. Su mayor ventaja es la facilidad que ofrecen para todo tipo de deportes desde ciclismo a kayak y la gran cantidad de servicios con que cuentan, aseos, duchas, taquillas y hasta puntos de acceso a internet inalámbricos.

Pero la isla no son solo playas, en ella se encuentran parques de atracciones, museos, el parque de las mariposas, un acuario, un fuerte restaurado de la segunda guerra mundial y este fantástico Merlión (emblema del pequeño estado de Singapur) de 37 metros de altura.
Como curiosidad comentar que el puente colgante que aparece al fondo de la foto conduce a un pequeño islote con dos torres de observación que se dice que es el punto más al sur del continente asiático, es decir, el más cercano de Asia a la línea del Ecuador. Es una auténtica pasada cruzarlo y dejarse seducir por el inmenso oceano y por sus maravillosas puestas de sol.
Ya al anochecer, y aunque es un tanto infantil, sobre todo la música, merece la pena esperar por el magnífico espectáculo de luces que al caer el sol se ofrece en la isla y con el que se puede disfrutar como un niño con canciones, juegos de luces, uso de láser de colores y fuegos artificiales. Para conseguir un sitio centrado conviene ir con tiempo, al menos media hora antes de su inicio.





4 comentarios:

Yo and I dijo...

¡Qué alegría leer nuevos y fantásticos artículos en tu blog!
Te he dejado un Premio Liebster en Paella & Chips, mi bitácora del viajes.
Espero que eso te anime a seguir escribiendo. Echábamos mucho de menos tus historias y aventuras viajeras.
Un fuerte abrazo.

jesusdiazgijon@hotmail.com dijo...

Muchas gracias por el premio, es todo un privilegio.
Yo también echaba de menos comunicarme con el mundo, pero en parte el no saber si realmente interesa a alguien lo que escribes y en parte la pereza hacen que uno no actualice lo que debiera.
Tus ánimos y el haber dado con un formato más visual y apropiado para un blog para contar al menos las bitácoras de viajes que es a lo que me dedicaré preferentemente en sucesivas entregas han conseguido que me ponga en marcha de nuevo. Un abrazo.

paola dijo...

me encanta como quedo ...........todo te invita a leer, la dinamica conque cuentas los viajes incluyendo las fotos sobre la historia,,,, genial!!!! estoy feliz de que vuelvas a este habito,,, besotessssss.

Jesus dijo...

Muchas gracias por tus ánimos Paola. Espero seguir contando mis andanzas durante mucho tiempo. Alguna de las próximas te va a resultar muy familiar, pues vas a formar parte de la historia. Así que estate atenta ;)