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sábado, 25 de abril de 2015

EL FRACASO DE LOS PAÍSES, ESCANDINAVIA Y EL SUEÑO DEL DORADO.

Los países escandinavos, Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, son bellos pero rigurosos por su clima extremo. Sin embargo, su nivel de vida, su riqueza y prosperidad es envidiada por muchos, tanto es así que algunos movimientos ciudadanos de nuevo cuño proponen seguir su modelo económico y social.


A veces de pasada, pero he viajado por todos ellos y siempre me he planteado que es lo que permite que estos países tengan un nivel tan alto de desarrollo. El economista Mauricio Rojas, profesor adjunto de la universidad de Lund y residente en Suecia desde hace más de 30 años, me dio algunas claves en la tesis que presentó en el 2013 que no hace más que confirmar mis propias ideas fruto de mis observaciones personales y otras lecturas:

1) Tuvieron una profunda revolución liberal y capitalista durante el siglo XIX.
Visitando Tampere, al norte de Finlandia me llamó la atención como en un lugar tan al norte, multitud de antiguas fábricas hoy reconvertidas en museos, tiendas o cafés hablaban del pasado apogeo industrial de esta ciudad que llegó a ser conocida como la pequeña Manchester de Finlandia. No es un hecho aislado pude observar el mismo fenómeno el Malmoe (Suecia) o en Bergen (Noruega).
2) Sus grandes empresas no nacieron encerradas en sus pequeños mercados nacionales ni fueron protegidas por el Estado. Tal y como pude comprobar en la ciudad de Bergen la tradición del comercio libre en esa zona ya tiene reminiscencias en la llamada liga Hanseática (promovida en este caso por los germanos). Huir del proteccionismo, comerciar e innovar, no tener miedo a competir en un mercado globalizado. No es una casualidad que IKEA sea una empresa sueca.
3) Este capitalismo se vio potenciado por una fuerte igualdad de oportunidades.Son sociedades libres, que respetan el pensamiento de todos. A nadie se le ponen etiquetas ni se desarrollan estériles batallas cainitas.
4) Tienen una cultura meritocrática, igualitarista y muy sobria. No se juzga a las personas por sus apellidos o sus contactos, sino por sus méritos y capacidades.
5) Detestan el privilegio y la ostentación. Abundan los self service, nadie espera actitudes serviles. Son ricos, pero conservan una moral de campesinos pobres y esforzados, con un alto sentido del deber. En mis cortas estancias en esas tierras siempre me parecieron amables e implicados cuando surgía un problema, pero austeros en sus gestos y nada aduladores. Como yo entiendo que debe de ser.
6 ) No son ideológicos y aún menos utópicos. Tal vez por su crudo invierno son gente práctica que no se deja entusiasmar por vanas ilusiones. Son voraces lectores y no esperan a iluminados que vengan con soluciones. Pragmáticamente suelen optar por los mejores arreglos y el consenso.


Yendo a un concepto más general, son sistemas abocados al éxito porque tal y como explican los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson en su libro titulado “Por qué fracasan los países” (Deusto) de reciente edicción y que me ha impresionado vivamente (tanto que ha cambiado mi visión sobre ciertas cosas), tienen las estructuras, la mentalidad y las instituciones adecuadas.

Según exponen los autores con numerosos ejemplos a lo largo de la historia pasada y también la contemporánea, vemos que si se respetan la propiedad privada, la libertad de elección, la participación ciudadana y la igualdad de oportunidades, las instituciones inclusivas (esa es la palabra mágica), tal y como sucede en los países escandinavos, entonces la riqueza llega sola.

Simplemente hay que mirar que lugares cumplen mejor con estas premisas y tendremos una herramienta infalible, un modelo universal que actúa como lupa extraordinaria para interpretar toda la historia económica mundial. Los países de esa zona de Europa cumplen las premisas y por tanto prosperan, así de simple.

Por contra en una sociedad donde impere la anarquía las instituciones extractivas (donde la riqueza se reparte en pocas manos) pueden llegar a ser una mejora sobre el estado anterior a corto plazo pero al no estar preparadas para evolucionar y no premiar a las personas según sus meritos (capacidad de innovación y esfuerzo) ineludiblemente acabarán fracasando a medio o largo plazo. Para ello ilustran con numerosos ejemplos históricos.


Las sociedades latinoamericanas no han sabido evolucionar desde sus sistemas económicos demasiado proteccionistas, siempre favorecedores de los intereses de determinadas familias,  hasta el grado de inclusión a la hora de tomar decisiones y repartir beneficios que poseen sus vecinos de Estados Unidos o Canadá. 

Nogales (Arizona) y Nogales (Sonora), dos localidades que comparten nombre y separadas sólo por una valla tienen la misma población, cultura y situación ¿ Por qué una es rica y otra pobre?  Pues precisamente por la diferencia de sus instituciones, económicas, políticas y sociales.

Así el desarrollo de distintas instituciones, en ocasiones debido a circunstancias accidentales luego tiene consecuencias enormes para favorecer la "destrucción creativa", de estructuras inútiles y potenciar el desarrollo social y económico. Existe, así una mayor probablilidad de que los países desarrollen las instituciones inclusivas adecuadas cuando tienen un sistema político plural y abierto con competencia entre los candidatos a ocupar cargos políticos y un amplio electorado con capacidad de apostar por nuevos líderes políticos. 

Otro ejemplo paradigmático es el de Botsuana, el único país de esa zona de Africa que prospera actualmente, ya que se convirtió en más igualitario que el resto de la región. Según explican, en el siglo XIX tres jefes viajaron a Inglaterra para pedir protección a la reina Victoria de Inglaterra. Los ingleses sólo pidieron instalar una vía de tren y gracias a este acuerdo los nativos pudieron salvaguardar las minas de diamantes cuya producción repercutió en todo el pueblo. Si la mejora no repercute en todos y todas las sensibilidades no están representadas en la toma de decisiones las instituciones se anquilosan.

¿Y como se desatasca una economía y unas instituciones que se han vuelto ineficaces? Pues sólo con medidas específicas.
 Daniel Lacalle en su último artículo apunta algunas de las medidas implantadas en los países escandinavos para superar la grave crisis que sufrieron a principios de los 90:

- Los funcionarios no tienen puesto vitalicio.
- Son de los primeros en libertad económica y facilidad para crear negocio.
- Las comunicaciones y las eléctricas están privatizadas.(y pagan mucho menos por la electricidad y la luz)
- El Salario Mínimo Interprofesional no se impone por ley ( pero valorando a las personas por su productividad y capacidad el salario medio está por encima del nuestro)
- Mercado laboral flexible, (despido en Dinamarca es poco gravoso. Sin embargo, dada la estructura dinámica de su propia economía, hay casi pleno empleo y fácilmente vuelven a encontrar otro lugar donde trabajar; el drama social de las familias sin recursos prácticamente no existe y, en todo caso, para ello se arbitran medidas asistenciales y correctoras).
- Los suecos tuvieron en 1994 una gran crisis que puso en peligro todo su sistema. Desde entonces decidieron ser mucho más riguros y en la medida de los posible bajan impuestos y cortan gastos (bajando impuesto de sociedades de 28% en 2006 a 22% en 2013)
- Como sociedad eminentemente prácticas que son puestan por las energías más eficientes: Energía hidráulica (Noruega 95%) y nuclear (Dinamarca: 74% nuclear, Finlandia nuclear 25%, gas y carbón 28%).
- Apuestan al máximo por dinamizar el comercio y la economía, generar intercambios comerciales y empleos, por tanto los impuestos a las empresas no son excesivamente altos (24,5% en Finlandia y Dinamarca, 27,5% Noruega).
- En Noruega los estudiantes reciben créditos, no becas.
- En ellos se fomenta la educación privada mediante el cheque escolar.
- En ellos se obliga a los parados a aceptar cualquier trabajo disponible para poder seguir recibiendo subsidio.
- Copago sanitario ( con asistencia garantizada a los que no tienen recursos )
- Infraestructuras (carreteras, etc) privadas (en Suecia, dos tercios de todas las carreteras del país son privados).


A la hora de votar cada uno decide a que modelo de sociedad aspira a parecerse, eso se concreta en una serie de medidas específicas que permiten avanzar en una dirección determinada, la de las instituciones inclusivas y los modelos que funcionan. Porque igual que las familias felices de las que hablaba Tolstoi, todas tienden a parecerse; sin embargo la infelicidad- o el fracaso-  puede venir de maneras muy diversas.

Los inconcretos programas de estas nuevas formaciones no plantean absolutamente nada de lo que aquí se expone.  Por supuesto, no se trata de clonar uno por uno todos los puntos porque la realidad social española actual no es como la sueca, pero al menos han de plantearse unas medidas que permitan una sociedad más inclusiva, acabar con los privilegios y dar facilidades a los que aportan ilusión, trabajo o nuevas ideas (las marxistas, además de rancias, tienden crear una nueva aritocracia que anula la libertad individual).

Lo que es seguro es que adoptando medidas de control de mercado y no valorando ni la capacidad ni el mérito antes acabaremos siendo una república bananera que la sociedad seria, laboriosa, próspera y responsable que pretendemos. ¿O no es eso lo que pretendemos?  

Para  llegar a una meta concreta lo primero es elegir la senda adecuada, después viene el esfuerzo y la determinación para superar las dificultadses del camino. Pero lo absolutamente insensato es dejarse llevar por fantasiosos iluminados que están fuera de la realidad y nos conducirán directamente al abismo. No es el momento de dejarse seducir por hermosas leyendas ni embarcarnos a la búsqueda de “Dorados imaginarios” allá por el amazonas. Todos sabemos como termino la desdichada expedición de Lope de Aguirre.

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