Cuando Michel J. Fox viajaba al pasado con su famoso DeLorean mejoraba
con su intervención su propio futuro pero debía de ser muy respetuoso
con no alterar ciertas secuencias clave recordadas por él y toda su
familia (la canción en el baile o el beso en el coche) pues de hacerlo
pondría en peligro su propia existencia.
Cuando nosotros emprendemos
un viaje mental a nuestro pasado (hasta el momento no he conseguido
convencer a Doc para que me deje las llaves de su vehículo del
tiempo) nos encontramos con una sucesión de imágenes dispersas. Sería
peligroso borrar o cambiar alguna, podría hacer incongruente toda
nuestra biografía o afectar nuestra propia cordura, pero si que es muy
pertinente, a veces, cambiar el montaje de algunas escenas (modificar el
orden, el tempo, o la música) con el objetivo de darle un enfoque
emocional diferente.
Finalizado el ejercicio y de regreso al futuro
veremos que la calidad de vida de nuestro presente mejora
significativamente. Aquí y ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario