Vistas de página en total

sábado, 2 de enero de 2021

BESOS ARREBATADOS

Qué desolador es vivir sin que la piel se erice al contemplar una sonrisa. Sin sentir el cálido tacto de una mano amiga. Sin el benefactor abrazo de un semejante. Sin el protector afecto de los cuerpos de los seres queridos. Sin que pueda mimar a los míos.
Caricia, achuchón, carantoña o ternura se han convertido en términos aciagos, proscritos del diccionario.
Tantas desoladas despedidas, tétricas ausencias sin lágrimas derramadas que pronto desbordarán los muros invisibles del terror y encharcarán nuestra conciencia.
Quisiera sentir, aun efímeramente, la delicadeza de aquellos labios, aquellos besos que el infortunio nos robó y que ningún prodigio venidero nos devolverá.
El mundo, ya sea en Gijón, Wuhan o Estambul se ha quedado huérfano de los besos que la adversidad le arrebató y la gélida huella del desamparó inexorablemente grabará indelebles cicatrices en nuestros afligidos corazones.

No hay comentarios: