.bmp)
¿Cuanta información debemos de recopilar para tener una certeza sobre algo?
Me temo que hay materias en las que el número de pruebas nunca será suficiente.
Tal y cómo bien explica el economista Nassim Nicholas Taleb en su interesantísimo libro The Black Swan, podemos ir al parque todos los días y encontrarnos sólo con cisnes blancos, pero eso no probará que los cisnes negros no existen, una circunstancia fortuita puede hacer que nos topemos con uno de estos raros ejemplares que ni siquiera imaginábamos que existiesen, bien en ese mismo parque o más probablemente en una visita a algún lugar más recóndito donde esta característica sea más abundante. Nuestra sorpresa no sería tanta, sin embargo, como la que se llevaron los primeros europeos que pusieron pie en Australia y conocieron animales tan impensables y sorprendentes a sus ojos como el canguro o el koala.
Siguiendo esta línea de razonamiento, y en el ámbito puramente subjetivo, podemos tomar el amor como ejemplo, supongo que ni infinitas pruebas son suficientes para demostrar que el afecto y el compromiso va a ser duradero, sobre todo cuando un aislado y desafortunado desliz podría dar al traste con todo lo bueno hecho anteriormente.
Desgraciadamente la vida no es más que incertidumbre, sabiendo que las certezas no existen y que siempre hay que estar atento a lo que sucede a nuestro alrededor, y lucha, tratando de superar los nuevos retos que constantemente hemos de afrontar.
Las generalizaciones y los estereotipos siempre han sido malos compañeros de viaje, pero pueden convertirse en auténticos lastres para responder a las exigencias de la época contemporánea donde todo cambia vertiginosamente y lo nuevo pone constantemente en entredicho a lo anterior.
Me temo que hay materias en las que el número de pruebas nunca será suficiente.
Tal y cómo bien explica el economista Nassim Nicholas Taleb en su interesantísimo libro The Black Swan, podemos ir al parque todos los días y encontrarnos sólo con cisnes blancos, pero eso no probará que los cisnes negros no existen, una circunstancia fortuita puede hacer que nos topemos con uno de estos raros ejemplares que ni siquiera imaginábamos que existiesen, bien en ese mismo parque o más probablemente en una visita a algún lugar más recóndito donde esta característica sea más abundante. Nuestra sorpresa no sería tanta, sin embargo, como la que se llevaron los primeros europeos que pusieron pie en Australia y conocieron animales tan impensables y sorprendentes a sus ojos como el canguro o el koala.
Siguiendo esta línea de razonamiento, y en el ámbito puramente subjetivo, podemos tomar el amor como ejemplo, supongo que ni infinitas pruebas son suficientes para demostrar que el afecto y el compromiso va a ser duradero, sobre todo cuando un aislado y desafortunado desliz podría dar al traste con todo lo bueno hecho anteriormente.
Desgraciadamente la vida no es más que incertidumbre, sabiendo que las certezas no existen y que siempre hay que estar atento a lo que sucede a nuestro alrededor, y lucha, tratando de superar los nuevos retos que constantemente hemos de afrontar.
Las generalizaciones y los estereotipos siempre han sido malos compañeros de viaje, pero pueden convertirse en auténticos lastres para responder a las exigencias de la época contemporánea donde todo cambia vertiginosamente y lo nuevo pone constantemente en entredicho a lo anterior.
Más que nunca hemos de ser capaces de, sosegadamente, aprender y reinterpretar la realidad, cambiar de traje sin dejar de ser nosotros mismos, desconfiar de los dogmas y dudar de todo porque hasta lo inimaginable puede sucecer. Eso es en definiva lo que hace apasionante la existencia. No todo está escrito, sea cual sea nuestra situación, aún hay esperanza.